domingo, 7 de diciembre de 2014

31 de 40 (o red velvet cupcakes)

Por fin. Con estos cupcakes tengo una larga historia, querido lector imaginario, porque de hecho antes ya intenté preparar los famosos red velvet, aunque en una versión light (la receta también era de Paloma, puedes verla aquí). Quedaron ricos, pero como este precedente de alguna forma aumentaba las expectativas sobre este sabor en particular, inconscientemente los fuimos dejando para el final.

Pero aquí están, y creo que nos quedaron bastante bien. Aunque el proceso no fue precisamente hermoso. Es que aunque la combinación de leche cortada con aceite, azúcar huevo y colorante rojo resulte en un pedacito de cielo al que alguien alguna vez llamó red velvet, antes de mezclarlo todo, estos es lo que más o menos puedes ver.




Después todo va tomando forma, por supuesto. Hasta que finalmente terminas con unos extrañamente rojos pero sorprendentemente deliciosos bizcochitos de este color.


Cuando hayas terminado de admirar la belleza de estos colorados quequitos, puedes empezar a preparar el frosting y, cuando haya terminado con él, con una manga estrellada, puedes empezar a decorar.




Y el resultado final, bueno, lo admito, estoy muy orgullosa de él, querido lector imaginario, quedaron muy bonitos. Creo que nos quedaron tal y como deberían quedar. Si quieres, como lo sugiere Paloma, puedes colocar en la un pequeño corazoncito de masa elástica roja en la punta del frosting para darle el toque final.


Nosotras dejamos nuestros red velvets tal cual. Riquísimos.

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