Acabo de terminar de leer un libro: The Fault in Our Stars, by John Green. No soy una seguidora suya, aunque sí sé que es ultra mega hiper famoso en Youtube, pero quise leer el libro para ver what was all the fuss about, if you know what I mean.
No estuvo mal. Sé que probablemente no es el comentario que los escritores esperan de sus libros, pero yo debo ser honesta: no estuvo mal. La historia es bonita, aunque, si te la resumen probablemente te parecerá increíblemente trillada. Es un boy meets girl excepto que, en vez una exenamorada despechada que les haga la vida imposible o padres que se opongan a la relación, el obstáculo se presenta en la forma de cáncer terminal. Si te soy sincera, querido lector imaginario, a mí no me gustan este tipo de historias. De hecho, de un tiempo a esta parte hasta me causan repulsión. Pero sí creo que le hago justicia al decir que esta es bonita, porque incluso yo, que reniego cuando encuentro a un prince charming, sonreía cuando el coprotagonista respondía con alguna frase inteligente y te confieso que, al final del libro, casi lloré (casi, lector imaginario, casi, aunque tal vez por motivos totalmente distintos). Creo que, justamente para evitar que su historia sea demasiado trillada, el autor trató de escribir de la manera más real posible, trató de meterse verdaderamente en la cabeza de su protagonista y narrarlo todo con el lenguaje de una americana de dieciséis años de edad. Funcionó en parte, creo. Lo malo es que el lenguaje de una dieciseisañera de Estados Unidos no es el ideal para un libro, creo yo. Me hubiera gustado contar la cantidad de veces que aparecen las palabras "like" y "whatever" en el texto. ¡Demasiadas! No solo en los diálogos, sino también en la propia narración. De nuevo, entiendo que fue la decisión del autor hacer uso de este lenguaje, pero, no lo sé, querido lector imaginario, si de pronto yo comenzara a escribir like, I don't know, diferent, like just diferent or whatever, ¿te gustaría? Creo que no.
Pero la historia es bonita. Como cuando leí The Perks of Being a Wallflower. Un libro simple y bonito que, aunque no se vaya a consolidar como el libro del siglo, vale la pena leer. O ver la película, tal vez. Creo que pudo haber estado mejor escrito, sí, pero, bueno, quién soy yo para juzgar. Hay muchas citas bonitas (de hecho el toparme a cada rato con ellas en internet fue una de las razones que me llevaron a leer el texto) y, aunque la mayoría son demasiado cursis para mi gusto, con una y otra realmente me identifiqué. Ahí te dejo la imagen para que las leas tú también, querido lector imaginario. Dime si alguna te parece especialmente interesante, Okay?
Pero la historia es bonita. Como cuando leí The Perks of Being a Wallflower. Un libro simple y bonito que, aunque no se vaya a consolidar como el libro del siglo, vale la pena leer. O ver la película, tal vez. Creo que pudo haber estado mejor escrito, sí, pero, bueno, quién soy yo para juzgar. Hay muchas citas bonitas (de hecho el toparme a cada rato con ellas en internet fue una de las razones que me llevaron a leer el texto) y, aunque la mayoría son demasiado cursis para mi gusto, con una y otra realmente me identifiqué. Ahí te dejo la imagen para que las leas tú también, querido lector imaginario. Dime si alguna te parece especialmente interesante, Okay?
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