viernes, 11 de abril de 2014

8 de 40 (o hi-hat cupcakes)

Hi-hat cupcakes, o muffins de chocolate con un beso de moza encima. Bueno, no exactamente. Se trata de un merengue casero con sabor a marshmallow bañado en chocolate. Es casi un beso de moza, solo que sin la galletita de vainilla.

El merengue es delicioso y se prepara muy fácilmente:


Los bizcochitos de chocolate también son relativamente fáciles de preparar. La única parte que no disfruté mucho fue el momento de agregarle el aceite a la mezcla. Cuando todo está unido no hay ningún problema, menos aun cuando salen del horno, dulces y esponjosos, pero cuando recién echas el aceite... solo digamos que no es mi parte favorita de la preparación, a pesar de saber lo esencial que es este ingrediente para que los bizcochos salgan perfectos.


La parte complicada es armar los cupcakes. Decorar los cupcakes con el merengue no es lo difícil. Lo complicado, o lo que nos resultó complicado a mi hermana y a mí, fue bañarlos después con chocolate sin que se nos desarmaran un poquito. Primero se decoran los cupcakes con el merengue con si fueran a quedar así. Después se los guarda en la refrigeradora mientras se derrite el chocolate bitter. Paloma nos dice que lo derritamos en el microondas, pero, como la vez que preparé los cupcakes helados no me fue muy bien con esa técnica, preferí derretirlos de una forma más tradicional, a Baño María.



Y después solamente tienes que tener mucho cuidado al momento de hundir los cupcakes con el merengue en el chocolate. El secreto, lo descubrimos mi hermana y yo después de un par de intentos, es hundir los cupcakes lo más rápido posible para que no se derrita el merengue también. Si no lo haces así, puedes terminar con un cupcakes como este:


Aunque, pensándolo bien, no se ve nada mal. Como también puedes notar, querido lector imaginario, en los dos cupcakes de al fondo también se puede ver el marshmallow. Lo que sucedió con esos dos fue que, por miedo a sumergirlos en el chocolate demasiado tiempo no llegamos a cubrirlos todos como debería ser. De todas formas quedaron bien y, los más importante, es que el sabor es exquisito. Si no mira cómo se ve uno por dentro y antójate, querido lector:


Ahora, como un bonus-track, te daré un tip sobre qué hacer con la sobra de chocolate bitter y merengue de marshmallow. Solo necesitas un molde de bombones o chocotejas et voilà:


Ya tienes casi casi unos besos de moza. Me comí uno en el desayuno y me gustó muchísimo. Es una muy buena idea, ¿no crees? Porque botar el chocolate, o un merengue tan rico como ese, debe ser un crimen penado por la ley.

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