Molten cupcakes: mis nuevos favoritos. Te adelantaré que quedaron muy, muy, muy bien, querido lector imaginario. Lo único que me apenó fue que la receta solo fuera para dos porciones y no, como usualmente suelen serlo, para doce.
El procedimiento es bastante sencillo. Se prepara la masa con los ingredientes clásicos y al final se le agrega chocolate bitter derretido con un poco de mantequilla. Para esta preparación, además, no se necesitan pirotines sino que se enmantequillan los moldes de cupcakes y se enharinan con cocoa (¿se encocoan?).
El tiempo de cocción también es menor: ya no los veinte minutos que normalmente se requieren para hornear los cupcakes sino solo doce, para que el chocolate bitter no se seque completamente en el medio. Y después solo los tienes que desmoldar con mucho cuidado y decorar: un poco de azúcar impalpable encima y frambuesas a los costados et voilà!
Pero la mejor parte llega cuando cortas el molten cupcake con una cucharita y el chocolate derretido resbala sobre el platito lleno de azúcar...
Ay, querido lector imaginario, ya tengo ganas de preparar un par más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario