jueves, 1 de mayo de 2014

11 de 40 (o snickerdoodle muffins)

Hoy no hice ejercicio con la bicicleta, querido lector imaginario. Es más, hice lo contrario: preparé cupcakes y me comí un par. Bueno, no, esta vez no fueron cupcakes sino muffins, snickerdoodle muffins, para ser precisa, aunque no, no están hechos de snickers como se podría pensar. El nombre me gusta mucho. Snickerdoodle muffins. Snickerdoodle muffins. Snickerdoodle muffins. Es divertido pronunciarlo rápidamente, no lo puedes negar.

Pero ¡vamos a la receta! Son dos cosas las que me gustaron de esta. La primera es que la masa es súper airosa, muy, muy ligera. Pienso que puede deberse a que uno de los ingredientes es yogurt natural. La otra cosa que me gustó mucho es la canela y azúcar que se le agregan al final. Uno de mis postres favoritos son los rollitos de canela, los cinnamon rolls, los kanelbullar. Por eso, cuando tuvimos que rodar una parte de la masa en la mezcla de canela y azúcar me emocioné.


Después solo tienes que rellenar los pirotines con mucho cuidado. Si fuera por mi, hubiera doblado la cantidad de azúcar y canela. Pero supongo que depende de cada uno. Ah, por cierto, un ingrediente que encontramos extraño fue la nuez moscada. Tiene un olor y sabor demasiado fuerte que al principio no nos gustó. Pensamos que los muffins hubieran sido más ricos sin nuez moscada, pero fue solo al principio, porque después, no sé, después cada muffin se convierte en una unidad inseparable, en un todo que no sería el mismo sin una de sus partes, en un ser indivisible, intangible, inviolable, ¿tiene sentido? Por supuesto que no, así que continuemos.


Cuando saques los cupcakes, perdón, los muffins del horno el olor te enamorará. Es la magia de la canela y azúcar a alta temperatura, querido lector. Por cierto, algo que nos sorprendió de esta receta fue la cantidad de muffins que salieron: una docena de muffins regulares y media docena de muffins grandes. ¡Y nos sobró un poquito de masa al final!


Pero se acaban rápido, como siempre. Un par por aquí, un par por allá. Yo misma, como te dije al principio, soy culpable de haber comido más de uno. Es que la canela, querido lector imaginario... ¿ya te dije que uno de mis postres favoritos son los kanelbullar?

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