Esta es la última receta del libro, querido lector imaginario. 40 de 40. Terminamos. TER. MI. NA. MOS. Pero vamos con calma. Como has podido leer en el título, querido lector imaginario, los ingredientes estrella de estos cupcakes son las fresas y, por supuesto, por tratarse de Año Nuevo, el champagne. Por supuesto, no tiene que ser champagne champagne, puede ser cualquier espumante, incluso uno muy baratito como el que mi hermana y yo compramos porque mamá no quería que abramos el que ella había comprado para brindar.
Creo que nos costó ocho o nueve soles, así que no criticaré el corcho de plástico.
Después, las fresas. Debes reservar algunas enteras para la decoración, pero puedes picar el resto en cubitos para luego mezclarlas con la masa. Me encantó el contraste de colores al echarlas al tazón. ¿A ti no?
Los bizcochitos quedan lindísimos. Aquí ya se habían desinflado un poquito, pero de todas formas se siguen viendo ridículamente apetitosos, ¿no crees?
El frosting, sin embargo, no sé si nos quedó tan bien.
Estaba bastante rico, pero, como puedes ver, ligeramente granuloso y algo flojo, no sé por qué. De todas formas, le pusimos las fresitas cortadas en láminas encima y quedaron bonitos. Lo único que recomendaría, querido lector imaginario, es secarlas muy bien antes de colocarlas encima del frosting, para que la humedad no afecte su consistencia ni lo tiña. Eso nos pasó con un par. Pero, incuso si te pasara, los cupcakes seguirán siendo riquísimos. Fresas y champagne: ¿no suena simplemente demasiado genial?
Ah, sí, esta última foto es la escena de un crimen. Mi hermana y yo asesinamos de dos cuchilladas a un pobre cupcake que tomaba luz artificial en la mesa de nuestro comedor solo para ver cómo se veía por dentro. Par de psicópatas, ¿verdad?
Espero que hayas pasado un divertidísimo Año Nuevo, querido lector imaginario. Yo a mis amiguitos (amiguitos no imaginarios) les llevé los cupcakes que sobraron, como para tener algo más con que brindar. Ojalá que este año que se inicia venga cargado de éxitos y... espera, espera, espera. Estos son los últimos cupcakes del libro, ¿verdad? Dame un segundo, necesito procesar bien esto.
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