Acabo de terminar de leer The Cuckoo's Calling, el segundo libro de J. K. Rowling fuera de la serie de Harry Potter y el primero que escribe bajo el seudónimo de Robert Galbraith. Cuando me enteré de la existencia de este libro, quise leerlo inmediatamente, pero no fue sino hasta hace un par de meses, cuando se publicó su secuela, que compré los dos. Ya había leído The Casual Vacancy y me había gustado bastante, tanto así que, cuando encontré en una librería su traducción en francés, no resistí las ganas de comprarla también (curiosamente no tengo todavía la edición en español).
Pero, a diferencia de este libro, The Casual Vacancy, aunque definitivamente no es un libro para niños como Harry Potter, sí tiene todavía como personajes principales a adolescentes, por lo que no sorprende que J. K. Rowling los construyera y manejara tan bien. The Cuckoo's Calling, en cambio, es un libro policial que de niños tiene poco. Su personaje principal es un detective que perdió una pierna en Afganistán y su asistente, una joven recientemente comprometida que, no creo que sea casualidad, lleva el nombre de Robin (como Batman y Robin, ¿no?). No te preocupes, querido lector imaginario, no soltaré ningún spoiler. No diré quién es el asesino ni cómo o cuándo Strike, el detective protagonista de la serie, descubre su identidad.
Sí diré, en cambio que, una vez más, J. K. Rowling no me decepcionó. Mientras avanzaba a través de las 456 páginas de la novela me preguntaba si, de no haberse revelado la verdadera identidad del misterioso Robert Galbraith, hubiera sido capaz de reconocer la escritura de la autora que acompañó mi infancia. Ahora puedo reconocer y asociar perfectamente el ritmo y estilo que tantas veces leí, la forma en que se introducen los monólogos, los diálogos, hasta el lenguaje de los personajes y las pausas a lo largo del texto. Pero, si no lo hubiera sabido ya, ¿hubiera sido posible descubrir que la pluma de Galbraith era la de Rowling? ¿Fue un lector el que asoció el seudónimo y el apellido famoso o la propia industria la que sacó la verdad a la luz? Supongo que no me hará daño googlear un poco sobre esto.
¿Recomiendo el libro? Sí, por supuesto. Confieso que no he leído muchas novelas del género. ¿Quién mató a Palomino Molero? es el único título en el que puedo pensar ahora, la verdad. Pero disfruté mucho The Cuckoo's Calling y me entusiasma leer la secuela, The Silkworm, que yace ya en mi estantería en este momento, esperando su turno como los demás. Tengo algunos comentarios, sí, pero es difícil exponerlos sin soltar algún dato revelador que te arruine el suspenso. Mi libro, como puedes ver en la fotografía de arriba, querido lector imaginario, acabó matadísimo, así que te recomiendo que compres uno de tapa dura o que simplemente tengas más cuidado al momento de guardarlo en tu mochila o cartera: las ediciones rústicas americanas simplemente no están hechas para este trajín.